martes, 18 de mayo de 2010

otra triste despedida


Otra triste despedida
Atlético Nacional cayó por marcador de 2-1 frente a La Equidad en el estadio el Campín y confirmó su eliminación del grupo de los cuatro mejores que disputarán la fase semifinal en la Liga Postobón 1. Los antioqueños de esa forma completaron cinco campeonatos con desilusiones deportivas.
Aunque la frase de lo que mal comienza, mal termina ya la habíamos utilizado en semanas anteriores, hoy cuando con tristeza y dolor de hincha escribimos los últimos renglones del semestre referentes a nuestro equipo del alma, tenemos que confirmar que las equivocaciones del mes de diciembre en Nacional terminaron con una eliminación anunciada, nada sorpresiva, pero si dolorosa y penosa.
Por desgracia perder en Bogotá se convirtió en algo repetitivo. Fueron tres encuentros durante el semestre en la capital de la República y a pesar del gran respaldo popular en las tribunas, del sacrificio de la gente por comprar una boleta o realizar un viaje extenso desde distintos rincones del territorio colombiano, el equipo defraudó en el terreno de juego, se retiró sin ningún punto, siete goles en contra y apenas dos a favor.
La patética campaña reflejada en el Campín se extiende más allá. Como visitante el verde ganó dos partidos ante los últimos de la tabla Quindío y Cortuluá, empató milagrosamente en Cúcuta cuando debió caer y perdió seis duelos, incluyendo los clásicos regionales frente a Medellín y Envigado. Teniendo en cuenta los números, tuvo un rendimiento del 25,9 por ciento.
Como local tampoco hizo respetar el Atanasio Girardot cediendo unidades fundamentales ante Once Caldas y el vecino de al lado y cuando logró ganar en muy pocas ocasiones convenció a su público y la prensa especializada.
En fin, otro semestre con saldo en rojo (ya van cinco), sin ni siquiera una semifinal y lo peor con un lastre económico complicado y la inminente salida de su mejor jugador Giovanni Moreno al fútbol internacional.
Las cosas se llaman por su nombre y no hay que tapar el sol con las manos. Se fracasó rotundamente, pues la fuerte inversión económica, en la mayoría de los casos errada desde el punto de vista de las contrataciones y la preparación en la pretemporada no dio resultado, los llamados hombres de experiencia flaquearon en los momentos complejos y los pelaos obligados a salvar el barco lucharon, pero el agua ya nos llegaba al cuello.
Lo peor es que Nacional suele repetir los errores del pasado. Ya hemos escritos estas líneas y no sería extraño que en unos meses de nuevo estemos hablando de malos refuerzos o que la defensa no funciona, falta poder arriba y creación de juego en la mitad del terreno etc.
Nuestros dirigentes son ciegos, sordos y hablan cuando no toca (no todos, pero si la mayoría). No me concentro en el actual presidente Juan Carlos de la Cuesta, pues si bien ya hacía parte del tema administrativo y como líder debe asumir su responsabilidad apenas se familiariza con su cargo.
Hace más de año y medio venimos hablando de los problemas defensivos en Nacional. Dichos problemas son de funcionamiento e individuales y como recalcan muchos entrenadores cuando no hay seguridad atrás es muy complejo aspirar a cosas grandes.
Los centrales son un desastre y lo digo respetuosamente. En las bandas, Víctor Giraldo muestra cosas positivas a pesar de las lesiones, a Jair Iglesias habrá que esperarlo ya que cuenta con condiciones, Francisco Delgado apenas rinde en marca y Marlon Piedrahita desaprovechó su oportunidad.
Para colmo de males, Jairo Palomino se quedó sin un compañero confiable en el trabajo de recuperación. José Amaya es una sombra del pasado, Jairo Patiño no funciona como volante central y tanto Daniel Arango como Daniel Santa tienen futuro, pero carecen de minutos de juego.
Además, en ofensiva la escuadra no tiene contundencia y generación de fútbol. Depende de Giovanni Moreno (que muy seguramente se irá), no en vano el segoviano hasta el momento ha marcado 11 anotaciones de un total de 27 por parte del equipo y salvo las descolgadas de Víctor Ibarbo, el importante aporte del juvenil Orlando Berrío (el mejor descubrimiento del año 2010 hasta el momento) su esquema es plano, predecible y por ende sin sorpresa.
Perdimos más de tres meses con Ramón Cabrero y Santa aunque logró recomponer en algo el camino, al final se quedó en la orilla, pues en realidad contamos con una plantilla mediática que tiene más nombres que actualidad.
Por tal razón, perder frente a la Equidad resulta ser una triste anécdota, algo que ya no es sorpresivo, pero que sirvió para que el hincha de corazón manifestara nuevamente su descontento y voz de protesta y para que varios jugadores cerraran un ciclo en el verde.
No vamos a concentrarnos tanto en el partido del sábado. En resumen, Equidad jugó mejor, ganó bien y merece llegar a la última jornada de la fase regular con alguna opción clasificatoria.
La expulsión de Stalin Motta (quien empezó con un rendimiento alto en Nacional y finalizó por debajo de las expectativas) fue fundamental en el trámite del encuentro, Giovanni Moreno mostró todas sus condiciones aunque jugó muy solitario en el frente de ataque y Gastón Pezzuti a pesar de la expulsión se vistió de figura con cuatro atajadas milagrosas.
Lo del sábado deberá servir como parte de los elementos evaluadores que tendrá José Fernando Santa, entrenador en propiedad para el segundo semestre con el fin de depurar la nómina como ya lo ha venido insinuando en los últimos días cuando se habla de la salida de por lo menos seis jugadores.

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